No podía imaginar como sería ir al baño sin sentir dolor. Orinar era una verdadera tortura para mí porque cada vez que iba al baño, sentía como si navajas afiladas salieran de mi pene. Sólo LongeX me ayudó a resolver este problema. Fue un verdadero milagro. Sólo me tomó 4 semanas, así que ahora puedo orinar sin dolor.

Le tengo miedo a las cirugías. Tuve un problema de urología y conozco esta experiencia. No se puede oír nada, pero se puede ver todo. Ves en el reflejo cómo el doctor trata tu cuerpo con un bisturí. Estuve en el ejército, así que no soy un débil de corazón, pero fue una pesadilla. No quería repetir esa experiencia, por eso elegí LongeX. Tres semanas después, vi los resultados. Dejé de sentir dolor en la ingle y de sacar orina con sangre.

Mi médico me recetó LongeX porque pensó que era la única posibilidad de que me deshiciera del dolor en el estómago. Era tan antinatural ver sangre en mi ropa interior por la mañana en lugar de una erección. Orinar se convirtió en un infierno. Incluso intenté beber menos agua para no ir al baño tan frecuente. En un mes, fui capaz de recuperarme por completo. No más dolor y no más sangre.

Cáncer. Eso es lo que realmente me asustó cuando el doctor me diagnosticó prostatitis avanzada. Y muchas veces tenía problemas al ir al baño por la noche. Durante un tiempo, incluso pensé en usar pañales. Mi médico me ayudó mucho al hablarme de LongeX. El tratamiento duró unas pocas semanas, y la próstata volvió a la normalidad. Ahora no tengo más preocupaciones sobre el cáncer, y no hay más pensamientos sobre pañales para adultos.